Hablando sobre redes sociales, personalmente he dejado Facebook para utilizarlo de manera privada y seguir disfrutando de las cosillas que los amigos más cercanos comparten. He acabado con esa lista de cientos de contactos para dejar sólo a los pocos con los realmente conservo una relación más cercana. No obstante, conozco el potencial profesional de esta red y sé que sin duda alguna no deja de ser una de las plataformas del social media más potentes que existen en el mercado.
Es verdad que en el mundo están aún los que se rehúsan a utilizar tanto las redes sociales como cualquiera de los medios virtuales conocidos. Y estas personas no saben lo que se pierden, ¿verdad? Quizás la enorme felicidad que produce el estar todas las horas de tu vida conectado (ironía).
A mí me gustaría confesaros que aún siendo yo tan fan de la tecnología y de la conectividad, muchas veces me encantaría volver a los momentos en que todo esto no existía y aún éramos seres, digamos, más libres.
Redes y empresa:
Ahora bien, en el mundo corporativo el poco dominio del manejo de las redes sociales por parte de los empleados puede desgraciadamente llegar a convertirse en un problema. ¿Por qué? Porque mientras las empresas se enfrentan unas con otras en un determinado campo de batalla para lograr el mejor posicionamiento en social media, esta mano de obra aún inexperta en tales herramientas siguen ejerciendo un cierto bloqueo en el momento en el que es hoy tan necesario destacar el valor añadido que las empresas poseen y por lo que se les diferencia de la competencia. Digamos que, una cosa es saber entrar, mirar fotos, leer e insertar comentarios, y la otra es saber utilizar y trabajar con la red social de manera eficaz, creando contenido y segmentando objetivos.
“ El manejo profesional de las redes sociales constituye un activo intangible de gran valor para las empresas! “
En la red se estima que casi las tres cuartas partes de los consumidores han tomado sus decisiones de compra influenciados por social media. En EEUU el 90% de las empresas utilizan redes sociales como Twitter, Facebook y Linkedin, compitiendo estas por un mercado que reporta la suma aprox. de 1.3 trillones de dólares en ganancias, a través del uso del social media de manera comercial.
Así que mientras la carrera por la supremacía en social media se adelanta a pasos agigantados, la formación y entrenamiento en redes sociales por parte de los trabajadores sigue dejando mucho que desear, y quizá las empresas deberían comenzar a invertir más en programas de entrenamiento para estos.
De hecho, estuve leyendo en un artículo que, según un estudio del Harvard Business en el 2010, sólo el 12% de entre 2,100 empresas estaban utilizando el social media de manera efectiva. Y una investigación más reciente realizada por “Capgemini” entre otros, señala que efectivamente hoy día se va utilizando de manera más efectiva, pero solo gradualmente y no de la manera exponencial que se esperaba a día de hoy, en el 2016. Los empleados comenten aún demasiados errores elementales en la calidad de la utilización de las redes sociales comercialmente, los cuales aún influyen en el resumen de ganancias de la facturación anual. Un gran error podría ser, por ejemplo, la manera de comunicarse con el consumidor. No se conoce bien, por ejemplo cómo implementar una campaña de Content Marketing.
De todas formas, al trabajador se le debería compensar proporcionalmente con el domino en la utilización de las redes sociales que posea y esto último se le debería comunicar, con el objetivo de motivar su superación autonómica en el social media.
“Soy de los que piensa que TODOS en un futuro no muy lejano llegaremos a ser Community Managers, porque aprenderemos desde las etapas de formación más tempranas todas las responsabilidades que este oficio de hoy encierra. El oficio de Community Manager me imagino que dejara de existir, convirtiéndose éste en una habilidad profesional más.”
Social Media no son sólo las Redes Sociales; hay más detrás…
¿Qué pasará entonces si continuamos obviando el problema de la falta de habilidades en esta materia por parte los empleados y las empresas?
Por ejemplo: Hace uno o dos años atrás, se hablaba de Snapchat como un juguete para adolescentes los cuales lo utilizaban para dinamizar y agilizar su manera de enviar mensajes, fotos y videos, evadiendo los canales de mensajería como Whatsapp entre otros… Hoy día, Snapchat es uno de los caminos más directos para contactar con el consumidor joven en su propio terreno. Eso quiere decir que a medida que este tipo de plataformas incorporen actualizaciones tecnológicamente más sofisticadas, ganarán más afiliados a los que se podrá llegar por un camino más directo y ofrecerles un producto que deseemos y claro está, previamente segmentado. Por lo tanto, la empresa se debe preocupar porque toda esta tecnología sea maniobrada por parte del empleado. Y ya sea esto último por parte del empleado que “sube la palanca”, o con más razón, por parte del que mayor cargo ostenta; ya que este último es el que más se debería preocupar por instalar las estrategias pertinentes, para lograr que desde la base en sí se genere valor.
Por otra parte:
Hoy día, las funciones de marketing estándar son sólo la punta del iceberg. Las herramientas sociales están siendo utilizadas tanto para optimizar el servicio al cliente, aumentar las ventas y mejorar los procesos de recursos humanos, como para construir metodología de promoción de la marca. Sin embargo, todo sólo puede funcionar si los empleados son realmente conscientes de la necesidad y los buenos resultados que conllevan el hecho de poseer este conocimiento y habilidades.
*Cabe destacar que muchas veces llegar a ser abrumadora la cantidad de información y la velocidad con que el social media te exige desarrollar tus conocimientos tecnológicos.
El social media tampoco es algo así de fácil de dominar por parte de cualquier usuario, y me gustaría destacar que su efectivo aprendizaje no sólo se les hace duro de roer a las personas más maduras. Muchísimos de los jóvenes de hoy día necesitan entrenamiento en el sector. Volvemos a lo que dije antes, no se trata de entrar, escribir y darle «likes» a fotos de amigos.
“De lo que se trata es de vender de la manera que hoy, en el 2016, se necesita para crear números positivos. Y esto último se debe aprender, entrenar y madurar. El resultado positivo del negocio es lo que importa, lo demás son las herramientas necesarias para este bien común.”
¿Qué nos quedaría por hacer?
El social media es un camino aún que requerirá algunos años hasta calar cómo lo que es, la interconectividad total para todo tipo de objetivos.
Por lo pronto muchas instituciones académicas son cada vez más consientes de ello y asumen su responsabilidad de orientar, preparar e inculcar al alumno, al menos, conocimientos claves para salir a prestar su servicio de social media al mercado. La preparación del alumno deberá también tener una connotación psicológica, donde a su vez, anímicamente, se le prepare para una posible emigración en búsqueda de mercados accesibles, en cualquier parte del mundo. Pero este ya es otro tema.
¿Y qué pasa con los empleados que comienzan con este arduo aprendizaje?
La buena noticia es que las empresas sí están empezando a reconocer la necesidad de la “alfabetización” en cuanto a medios sociales, como una habilidad de trabajo necesario, y están ofreciendo, cada vez más, programas de formación dentro del mismo puesto de trabajo. Esto último alcanzando al menos en EEUU cifras multimillonarias.
El desafío, por otra parte, es cómo enseñar esta materia en un entorno empresarial y tecnológico tan voluble, actualizable y constantemente cambiante. En el último año, por ejemplo, hemos visto el surgimiento del «social video» y la aparición de una nueva gama de aplicaciones de mensajería llamadas one-to-one, mientras que a su vez Twitter ha tenido problemas para reinventarse.
¿No es esto ya una “locura” que roza el desfase?
Son muy pocos los empleados que tienen tiempo para los cursos o bootcamps en profundidad estando en el trabajo o en casa, por lo que la última alternativa y solución final para un entrenamiento regular y efectivo en social media será para los que mejor se entiendan con las aplicaciones móviles. Sí, de camino a casa o al trabajo, mientras estás con los amigos o con tu pareja. En definitiva, no habrá excusas para el escaqueo profesional y el social media podrá pasar a formar a parte de tus minutos y tus horas. Qué felicidad! (ironía)
De todas formas, estoy convencido de que la inversión de capital en la mejora exponencial de estas “habilidades sociales” en los empleados, es una inversión segura con un alto retorno de las ganancias brutas, las cuales a su vez aseguran las metas. La friolera suma de 2 mil millones de personas que están ahora mismo en las redes sociales (casi un tercio de la población del planeta) nos muestran el camino a seguir.
Tranquilos, Twitter, Facebook, Instagram y otras redes no van a desaparecer. Las empresas sociales se ha convertido en el súper negocio y cuando tengan que evolucionar, lo harán, pues ya cuentan con el capital necesario para ello y con esto último se puede lograr si no todo, casi todo. De hecho, se espera que los presupuestos para invertir en el social media en las empresas se duplique en los próximos cinco años. Así que esto sólo acaba de empezar.
Para evitar tirar dinero a la basura, las empresas deben asegurarse de que sus empleados realmente sepan cómo utilizar las nuevas y emergentes tecnologías sociales. Los que sepan aplicar esta estrategia de manera efectiva no solo lograrán una mayor retención de clientes (lo que a su vez conlleva a la mejora en la captación de los nuevos contratos) sino también se harán de empleados más fieles, más preparados y más productivos.
Los que no concienticen a tiempo esta debilidad dentro de sus propias filas en la empresa, se perderán un gran trozo de un pastel con un valor de muchos millones de euros.
Mi consejo?
*Una copa de vino tinto bien fresquito y a reflexionar.
A vuestra salud!
Muchos éxitos!