¿Y cómo te planteas tú los momentos de los que consta tu vida?

Recientemente he leído un artículo muy interesante basado en uno de los libros escritos por el gran filósofo y orador Séneca.

Hoy me gustaría, desde una perspectiva personal, reflexionar un poco con vosotros sobre algunas de las ideas y pensamientos sobre la vida en sí, expuestos en su libro: “On the shortness of life”.

Comenzamos:

*¿Habéis tenido alguna vez la sensación de que la vida se os escapaba de una manera muy rápida? Y a pesar de vuestras mejores intenciones, ¿no sentís muchas veces que perdéis a menudo gran parte de vuestro valioso tiempo en tonterías?

Por supuesto que sí, ¡y más hoy día! Viviendo dentro de un mundo y una sociedad cada vez más acelerada  y atiborrada de situaciones tanto triviales, como de ideas preconcebidas, las cuales en su mayoría no hacen más que agotar nuestra capacidad de pensamiento autonómico y a su vez evita que podamos alcanzar a ver un poco más allá por ejemplo, de la luz de nuestros móviles.

¿Y las redes sociales?; ¿cómo dejar de mencionarlas y darles su merecido papel protagónico dentro de nuestras vidas, cuando éstas son ya parte de nuestros más privados momentos, casi dueñas por así decirlo  hasta de nuestros instintos más primarios, llegando incluso a dictaminar nuestra espontaneidad, condicionando nuestras reacciones sociales.

Vivimos en un sistema que sí nos deja disfrutar de muchos momentos felices, pero esta nueva “felicidad social” se nos plantea muy efímera y poco trascendental. Experimentamos un placer que desaparece tan rápido como ha llegado.

 

Perdiendo el tiempo

* La gente siempre ha sido “muy buena” en lo que respecta a perder el tiempo.

Perdemos demasiado el tiempo, ocupando nuestros valiosos momentos mirando vídeos en la red, por ejemplo, o clicando sobre clickbaits, o en definitiva, haciendo lo que esencialmente no nos lleva a trascender como seres más consientes de la naturaleza que nos rodea, la cual cambia constantemente sin percatarnos realmente de esto, porque simplemente no nos detenemos a observar; subimos demasiado poco la mirada hacia arriba. Y sí, todos somos culpables de no mirar y prestar atención a la persona que tenemos enfrente por estar prestando atención al móvil. Me pregunto a veces qué legado emocionalmente válido dejaremos a las futuras generaciones.

Ojo, durante toda nuestra historia, de alguna forma u otra, hemos perdido constantemente el tiempo en actividades triviales, incluso sin parecernos estas particularmente insignificantes. Pero es ahí donde radica el “quid de la cuestión”, y es lo que contribuye a que sintamos que la vida es demasiado corta.

 

 

Por ejemplo, para los que aspiran constantemente a poseer estatus sociales por encima de la mayoría, o lo que simplemente se traduce como más poder; me imagino que la vida les puede parecer particularmente aún más corta. Séneca, desde su época, reflexionaba sobre las repercusiones que esto último tenía sobre la vida de este tipo de personas, las cuales siempre han malgastado la mayor parte de sus vidas excesivamente pendientes de mantener y mostrar por encima de los demás tanto un estatus económico como una muy subjetiva condición social, lo que siempre ha conllevado a que no fuesen la mayor parte del tiempo capaces de disfrutar realmente de su actual e quizá inmejorable condición.

The time goes by!

Recuerdo que cuando vivía en Alemania llegué a conocer muchas personas que pensaban que una vez alcanzasen sus objetivos profesionales, en este caso refiriéndose a un poder adquisitivo bastante alto, entonces sería cuando tendrían el tiempo de disfrutar de sus respectivas vidas.

Estoy seguro que estarás de acuerdo conmigo, en que al final lo que estas personas estaban haciendo no era más que derrochar sus vidas, preparándose para otra supuesta etapa dentro de sus mismas vidas, sin detenerse a pensar por un momento si podrían contar, por ejemplo, con la misma salud con la que habían contado hasta el momento; ¡y puede que sí!. Lo que hacen es apostar y creer ciegamente que seguirán vivos y saludables por muchos años más.  Pero ahora, lo que sí definitivamente hacen, no es más que regalarle su juventud a un sistema social, que ciertamente no les va a recompensar devolviéndoles ni más vida, ni más tiempo para disfrutar. También es válido que te plantees vivir menos y mejor…pero, ¿Y qué es vivir mejor?

Séneca:

* Life will also seem short to those who pursue a life of luxury. These people can’t even enjoy their indulgences. They’ll always be thinking of how their current thrill will soon end, or where their next one will come from. Maybe you know the feeling. It’s that strange and sad sensation that you can’t enjoy the party you’re attending because you know the party will soon end.

A wise person is self-reliant and independent. The loss of status or money is no real setback to him, since his sense of self is not founded on external circumstances. Once you find yourself motivated by greed instead of necessity, you will remain forever impoverished….

 

 

¿Y tú? ¿Cómo te planteas los momentos en los cuales consta tu vida?

Aún peor son aquellas personas que esperan la gloria una vez están muertos. Estas personas han vivido esperando morir, supuestamente para alcanzar la verdadera felicidad después de una vida en este mundo. Tampoco es que hayan dejado vivir y de disfrutar muy bien de sus vidas “terrenales”.

¿Te podrías plantear una vida esperando a morir para ser feliz?

Seguro me dirás que quizás, que eran otros tiempos, etc, no obstante me imagino que conoces que hoy día existen religiones las cuales, si no lo mismo, algo muy parecido continúan planteando a sus adeptos.

Trata de imaginarte a ti mismo/a, planificando tu entierro en conjunto con lo que tu consideres tus tesoros más valioso, y también enterrando a tu lado a uno o varios de tus sirvientes; o sea decidiendo sobre la vida de otros porque así te apetece, y todo para irte a otro supuesto lugar, mundo, o realidad que no has visto nunca. ¿Y Cuál era el significado de un lugar mejor para estos personajes?

En este preciso momento, solo me puedo imaginar que este hubiese sido un lugar donde no pudiese existir el remordimiento.

Continuamos 

Séneca nos menciona tres perfiles:

Existen personas que cambian constantemente el rumbo de sus vidas y no están seguros nunca de si haber podido dar en algún momento, el paso correcto hacia una dirección determinada; por ende se lamentan constantemente de haberse quizá dejado cosas demasiado importantes en el camino por la vida.

Otras personas son felices cuando el paso de los años los sacude, y por consecuencia, dejan de andar a la deriva por la vida al sentirse ya demasiado cansados y viejos para continuar el camino de esa forma.

Y luego están aquellos que dedican sus primeros años a la lujuria, la codicia y la gula; y siguen diciéndose a sí mismos que, algún día enmendarán sus caminos… tú y yo sabemos que muy pocos lo hacen verdaderamente.

¿Y qué tal si te resignas a vivir tu vida bajo el yugo de las preocupaciones, lamentaciones y traumas de otro?

Estoy seguro que es tan inútil estar viviendo y desaprovechando TU VIDA al lado de alguien cuyos objetivos, convicciones y por así decirlo, maneras, no están en concordancia con las tuyas. Hacer esto es el camino más seguro hacia una vida no sólo más infeliz, sino seguramente también más corta.

Cuando esto sucede, tus propias obsesiones y preocupaciones ni siquiera serán realmente las tuyas, y por ende, estás destinado a fracasar en el proyecto de tu propia vida… se perderá el sentido de pertenencia de esta vida a tu propia persona, para en cambio, regarle tu mejor propiedad a alguien que no le alcanza con consumir su propio tiempo, sino que consume el de los demás, en este caso el tuyo.

Nuestra propia historia

Séneca plantea que tenemos muy pocas oportunidades de influir en nuestras pasadas historias y cambiar con ello, por ejemplo, a las personas la cuales nos criaron o educaron. Ahora, esto último no impide que podamos seguir forjando nuestro propio camino educativo, basando este en un auto-mejoramiento constante de nuestra esencia.

Hoy día se nos hace bastante también fácil (debido entre otros y en este caso para bien, al abarrotamiento de información en la red) superarnos educativamente, aprendiendo del legado de grandes filósofos y los consejos que mentes privilegiadas nos trasmiten, para con el supuesto objetivo de hacernos mejores personas, y así lograr una mejor comprensión de la gente, el poder, la sociedad y la cultura que nos rodea. Esto, diría, es una parte muy positiva dentro de lo que conforma el globo de oportunidades que nuestra sociedad actual nos ofrece…Y tú, ¿qué crees?

Séneca: *Un gran pensador puede ser tanto un consuelo como un compañero. Estos no van a socavar tu energía y por ende tu vida, como la gente real podría hacerlo. Además, debido a que este compromiso mental sólo tendrá efectos positivos, estos pensadores prolongarán tu vida en lugar de acortarla, e incluso, si te estás acercando al final de tu vida, la lectura sigue siendo una bendición, ya que por la lectura se puede aprender no sólo cómo vivir, sino cómo enfrentar la muerte con firmeza.”

 

Concluyendo:

Es verdad que uno se siente bastante más consciente del mundo que nos rodea y a su vez espiritualmente muy reconfortado, después vivir la experiencia de una lectura tan enriquecedora como la que el personaje principal de esta “historia” nos narra.

Me imagino que la verdadera satisfacción, resumiendo en parte, no es más que la capacidad que tengamos de desempeñarnos eficientemente en la utilización de nuestros recursos emocionales, para poder realmente apreciar la porción de tiempo que se nos ha regalado para vivir.

Deberíamos poder apartarnos de una vez de la actual dependencia psicológica a las cosas materiales y al consumo en general. En definitiva, darnos cuenta de que eso no nos hace superior a nada, y menos a nadie.

Esta necesidad, lo que al final logra es desmotivar nuestras vidas, dándole un papel demasiado significativo a un ego, el cual de por sí es ya bastante autónomo y creído por naturaleza.

En el momento en que uno comienza a codiciar elementos materiales innecesarios, uno siente siempre que está atrapado en una especie de carencia constante… esto es una realidad.

En el artículo se utiliza esta analogía bastante representativa:

“If you crave water not because you’re thirsty but because you’re feverish, you’re craving will never be satisfied. Such a craving is not necessity; it’s sickness.”

Podría permanecer aquí escribiendo durante más horas, saturando hojas y hojas con mis reflexiones e ideas sobre un artículo tan bueno y reconfortante, espiritualmente hablando. Os invito a que cuando tengáis tiempo le echéis un vistazo a este, reflexionéis y lleguéis vosotros mismos vuestras propias conclusiones. Este tipo de palabras y reflexiones le sirven a uno en cualquier momento de la vida, ya sea cuando atravesamos un mal o buen momento; estando tristes o disfrutando de un momento lleno de felicidad.

La vida, al menos ésta, sí que es muy corta… pero para nuestro bien y por suerte, también está repleta de momentos los cuales esperan ser vividos de la mejor manera posible. Todos estos son momentos que nos pertenecen, por lo ende aunque seamos individuos tan dependientes hoy día de tantos factores externos para lograr “relajarnos“ verdaderamente tanto dentro como fuera de casa, lo que sí no deberíamos permitir es que nada ni nadie dictamine nuestra particular manera de disfrutar de cada uno de los momentos de los que consta nuestra vida. Y recuerda, que tenemos la facultad de elegir entre poder recordarlos y volver a vivirlos, o por el contrario, desecharlos, olvidarlos como algo que nunca existió.

Decídelo tú!

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1 comentario en «¿Y cómo te planteas tú los momentos de los que consta tu vida?»

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